Ha llegado el verano y  hemos liberado a nuestr@s pequeñ@s de las cargas escolares. Aunque muchas veces para las madres y los padres la llegada de estas fechas traiga consigo numerosos quebraderos de cabeza al tener que buscar opciones para gestionar el tiempo libre de sus hij@s, bien es cierto que las vacaciones son necesarias, y para nuestr@s pequeñ@s incluso más. En la actualidad, durante el curso hacen jornadas maratonianas de más de 12 horas debido a la necesidad imperiosa y a la vorágine en la que estamos metid@s, de mantenern@s ocupad@s constantemente. Sin darles tiempo para jugar, sin darles tiempo para aburrirse. Sin darles tiempo para divertirse. Si para nosotr@s l@s adult@s, es impepinable  descansar y coger fuerzas, para ell@s mucho más, pues está en juego su capacidad de desarrollo y su crecimiento personal. Hay que dejarl@s jugar y desconectar. El verano es quizá la época del año más propicia para hacerlo, ya que finaliza el curso y con él todas las tareas programadas durante meses; además suele ser el momento en que l@s adult@s también tenemos días de descanso, lo que hace que podamos disfrutar de tiempo de calidad junt@s.