Nuevos Propósitos para Conectar

Septiembre. Nuevo curso. Nuevos proyectos. Nuevos planes. O quizá retomar los que dejamos pendientes. Con un nuevo enfoque. Con ganas. Porque si cada día es una hoja en blanco, cada septiembre es un libro que reescribir y que inventar. No sólo la infancia retoma sus quehaceres diarios tras el parón escolar, sino también los adultos, quienes, después de un período de desconexión hemos de volver a emprender con nuevos objetivos. Porque esto es septiembre. El inicio de “un nuevo año”, un nuevo período.

Son muchos los investigadores y científicos que, a través de diversos estudios, confirman la necesidad de hacer esta pausa estival, independientemente de la edad que tengamos. El trabajo, la familia, las tareas y las actividades del día a día conducen a situaciones de estrés que nos pueden acabar absorbiendo y afectando a nuestro cuerpo y a nuestras relaciones. Para luchar contra este fenómeno tan extendido cada vez desde edades más tempranas, debido a la errónea creencia de que no hacer cosas es un fracaso, se debe trabajar en tres áreas de actuación. Al hacerlo, iremos notando poco a poco la calma y la paz y estaremos más relajados.

En primer lugar, la realización de ejercicio físico. El juego, el deporte, los paseos por la naturaleza o el baile, son actividades que liberan dopamina, serotonina y endorfinas y alejan el estrés de nuestro cuerpo, provocándonos una sensación placentera.

En segundo lugar, no debemos olvidar la activación de nuestra parte cognitiva. Septiembre, junto con enero, es el mes elegido para empezar a estudiar alguna materia, cursos de fotografía, dibujo, idiomas, música, … hay quienes deciden empezar una colección y profundizar en un determinado hobby. Todo ello contribuye, no solo a aprender algo nuevo, sino que está demostrado que es la mejor forma de evitar enfermedades cognitivas como el Alzheimer o la demencia.

Y, por último, pero no por ello menos importante, la socialización con amigos, familia, vecinos o incluso con personas desconocidas, en el parque con el perro, en la calle, en el supermercado… Porque es importante forjar vínculos, y si es posible q sean duraderos. Siempre debemos tener cerca a las personas adecuadas que aúpen, que cuiden, que sean seguridad.

Y dentro de todas estas actividades, es primordial practicar el mindfulness, la atención plena y alejar las pantallas de nuestro entorno.

Estas son nuestras tareas para el nuevo curso. Y no son poca cosa.

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